23 de febrero de 2014

LIDERAZGO y GENERACIÓN Y en el DEPORTE ARGENTINO

Encuentro un artículo muy interesante en La Nación de hoy, que quiero compartir con ustedes (http://www.lanacion.com.ar/1666538-el-desafio-de-liderar-a-las-estrellas), sobre una situación que se repite en cada generación de nuestro deporte: las estrellas no encuentran su lugar adecuado. Y su consecuencia lineal: pierde representatividad y credibilidad nuestro país, y los fans recibimos otra frustración.
Falta de comunicación aluden algunos. Egoísmo de los deportistas, esgrimen otros.

A río revuelto, ganancia de pescadores

Cuando estos conflictos se repiten sistemáticamente y toman dominio público, sería sano parar la pelota (nunca mejor dicho) y analizar. Analizar tal vez demasiadas cosas, pero por no hacerlo, seguimos avanzando... hacia el arco contrario.

Más de 160.000 libros lleva el mundo escritos sobre Liderazgo. Un tema, ya se ve, que genera interés y que no cuenta con una base intelectual común que compartan todos o un buen grupo.
Pero en los últimos años, y gracias a tantos procesos como la globalización y en especial la conciencia que el RSE está creando en las corporaciones, se va aceptando gradualmente que un auténtico líder necesita para serlo valores humanos sinceros, reales, palpables, visibles en definitiva en su conducta diaria.

¿Qué se le exige a un líder de hoy, que emerge de la llamada Generación Y? Lo mismo que ellos piden a las corporaciones:

  • ser generadores de un buen "clima laboral"
  • ayudar a despejar obstáculos potenciales: es decir, prever los posibles conflictos futuros
  • ayudar a administrar ansiedades e inseguridades propias de la inexperiencia juvenil
  • permitir desarrollar las propias capacidades
  • ser coherentes con ellos. 




Y aquí ya estamos en condiciones de dar el derechazo fatal, a casi 180km/h promedio de Delpo: a una generación que nació entre algodones y a la que, ante fracasos escolares, los padres iban a  hablar con la maestra para echarle en cara su falta de profesionalismo, ¿qué le estamos ofreciendo para que quieran ceder sus planes personales por los del equipo? ¿No los estamos juzgando con criterios de otras generaciones, tal vez las nuestras? ¿Acaso ellos no perciben que dieron todo por la camiseta, mientras otros seguirán recriminándoles eternamente tal vez errores del pasado?

Y aquí viene el ace congelante de más de 200km/h:  

Líder es el aquel que tiene seguidores.

Líder es aquel que deja huella cuando se ha ido.

Me animo a agregar: líder es aquel que sabe "destapar ollas" y sus seguidores presionan para llegar a rascarlas y dejarlas como nuevas.

¿Será que los Gen Y desarticulan tanto a las corporaciones enquilozadas, porque simplemente esperan frescura y sinceridad en sus intenciones? ¿Acaso están pidiendo algo equivocado?

Ladran, Sancho: señal que cabalgamos.
Si queremos deportistas de altura representando el país, aprendamos a escucharlos y a poner las barbas en remojo, no vaya a ser que nos quedemos solos contemplando cómo los demás avanzan. Una Argentina del diálogo sincero es posible: una Argentina nueva, fresca, sana y pensando en todos. Depende de cada uno, no del otro.